A la par de ser un alimento delicioso, la nuez tiene unas propiedades que tu cuerpo y mente van a agradecer. Te contamos algunas de ellas.
Los beneficios de las nueces para el cerebro
¿Te has dado cuenta que la forma de una nuez se parece mucho a la de un cerebro? No es casualidad. Las nueces estimulan el buen funcionamiento cerebral, e incluso mejoran la memoria y favorece el aprendizaje. Esto ocurre fundamentalmente por la cantidad de compuestos neuroprotectores que tiene como la vitamina E, el ácido fólico, los ácidos grasos omega 3 y compuestos antioxidantes como los polifenoles.
Podemos también citar su poder antioxidante, el cual permite que regeneremos las células y ayudan a combatir el envejecimiento prematuro del cebebro o Alzheimer.
Las nueces ayudan a prevenir enfermedades como el cáncer
Cuesta entender que algo tan sencillo como una nuez pueda prevenirte de llegar a tener un cáncer o de ralentizar el crecimiento de los tumores. Pero una gran variedad de estudios científicos corroboran que los frutos secos, como las nueces, las avellanas y las almendras, son grandes alimentos anticancerígenos. Esto sólo ocurre gracias a incluir las sustancias saludables de la nuez (ácidos grasos Omega 3, vitamina E, polifenoles y antioxidantes) a tu dieta equilibrada.
Las nueces favorecen el descanso y mejoran la calidad del sueño
Las nueces son un alimento rico en melatonina, una hormona que ayuda a controlar los ciclos de sueño, además de segregar la glándula pineal de nuestro cerebro. Por ello, para aquellas personas que sufren de insomnio, los especialistas recomiendan el consumo de nueces en la noche, ya que son una de las mejores fuentes de melatonina. También induce a la relajación muscular, por su contenido en triptófano y la vitamina B6.Pero además, una vez que arrancas el día, hace que gracias a su aporte energético comiences con más vitalidad y llegues a la hora de comer con menos hambre, gracias a sus propiedades saciantes.